miércoles, 11 de mayo de 2011

El impacto de la minería y el compromiso por la justicia ambiental, analizados en conferencia ecuménica

CANADÁ
El impacto de la minería y el compromiso por la justicia ambiental, analizados en conferencia ecuménica

Toronto, miércoles, 11 de mayo de 2011 (ALC) - Bajo una manta que recogía la exhortación del Salmo 24: “Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella”, cerca de 150 personas de varios países se reunieron en Toronto para analizar el impacto de las empresas mineras de Canadá en sus comunidades y proponer cambios.

Los y las participantes llegaron de América Latina, de Asia, el Pacífico y de África. Durante en encuentro, realizado del 1 al 3 de mayo, hubo reuniones con canadienses, europeos y estadounidenses que desempeñan distintos papeles en la industria de extracción de recursos, con aliados que dedican sus esfuerzos a cambiar las leyes de Canadá para que el trabajo de las empresas en el extranjero se regule con más rigor, con inversionistas que se preguntan por las implicaciones éticas de invertir en acciones mineras y representantes de los Pueblos Originarios de los territorios indígenas de Canadá que no cuentan con protección legal para defender sus comunidades.
La economía de Canadá depende de los recursos. Este país es sede del 75 por ciento de las empresas mineras y de exploración de minerales del mundo, y las bolsas de Canadá recaudan el 40 por ciento de todo el capital de exploración de minerales del mundo. "Las actividades mineras en el Sur y en Canadá ocasionan importantes problemas éticos de justicia social y de respeto por la Creación de Dios que preocupan a las personas de fe de todo el mundo. Algunos ponentes hablaron del papel de las empresas canadienses, que se aprovechan de los conflictos en los países de democracias frágiles o los agudizan, cuando no los provocan directamente", dice la Declaración final del encuentro.
"Es necesario forjar un nuevo compromiso a favor de la lucha pacífica para la justicia social y ambiental", afirma.
La extensa Declaración define puntos donde lograron avances, entre ellos: construir alianzas y solidaridad entre líderes eclesiales y movimientos sociales de varias partes del mundo; entender mejor el papel que desempeña la extracción de recursos en los actuales modelos económicos y de desarrollo; la necesidad de trabajar en varios niveles –local, nacional e internacional– y de usar varias estrategias y espacios.
Marcan areas prioritarias de acción: Educación, cabildeo, acciones legales, teologia-profundizar el conocimiento sobre la extracción de recursos desde una perspectiva teológica, abandonando simultáneamente los conceptos de dominación y propiedad-, acompañamiento ante las comunidades que están siendo afectadas por la extracción de recursos.
Como iglesias somos conscientes de nuestras contradicciones internas y de nuestra complicidad en la extracción de recursos, dicen. "Vemos la necesidad de ejercer un consumo y una ciudadanía responsables. Por lo tanto, como personas de fe y miembros de congregaciones de iglesias locales, debemos profundizar en nuestro entendimiento teológico del tema, analizar nuestros estilos de vida a nivel individual y colectivo, desarrollar un modelo económico alternativo y cuestionar a los poderes políticos y económicos que promueven la industria de extracción de recursos".
Los patrocinadores de la Conferencia fueron: Iglesia Anglicana de Canadá, Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz, Foro de las Iglesias Canadienses para los Ministerios Globales, Conferencia Canadiense de Obispos Católicos, Conferencia Religiosa Canadiense, Iglesia Cristiana Reformada de América del Norte, Iglesia Luterana Evangélica de Canadá, KAIROS: Iniciativa Ecuménica Canadiense por la Justicia, Comité Central Menonita Canadá, Ayuda de la Iglesia Noruega, Fondo del Primado para la Ayuda y el Desarrollo Mundial, Iglesia Presbiteriana de Canadá, Sociedad Religiosa de los Amigos (Cuáqueros) e Iglesia Unida de Canadá.

Entre los participantes latinoamericanos se encontraban: Franklin Canelos del programa Fe, Economía y Sociedad del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI); el obispo Álvaro Ramazzini de la diócesis católica de San Marcos, Guatemala; Vidalina Morales de la Asociación de Desarrollo Económico y Social (ADES),Cabañas, El Salvador; Elena Cedillo de Diaconía, Perú; Glorai Chicaiza deAcción Ecológica, Ecuador; y Pedro Landa del Centro Hondureño de Promoción para el Desarrollo Comunitario (CEHPRODEC).

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